Fin de una etapa

Dentro del Ministerio de Educación de Río Negro he visto cosas buenas y malas. Gente con la que daba gusto trabajar y otros que no. Conocí mucha gente que además de trabajar por la remuneración, ponía mucho más de lo que debía.

Muchos hemos puesto hasta elementos y equipos de nuestra propiedad para que las cosas se puedan hacer, y por sobre todo, hacerlas bien. Muchos hemos trabajado el doble de horas, mucho más de lo necesario, porque amábamos nuestro trabajo y porque creíamos que lo hacíamos, tenía un buen fin. En lo personal he tenido muchísimas jornadas de 12, 15 y hasta 20 horas dirias. Mi contratación era por 30 horas semanales.

Que algunas decisiones institucionales tenían trasfondos o tintes políticos? Seguramente, al igual que todas en cada uno de los organismos gubernamentales: pasados, presentes y futuros. Pero eso es inevitable. Entonces, entendiendo eso, dejo de lado el trasfondo político y me centro en el otro fin, en las otras consecuencias, en las que le importa a la mayoría de la gente.

Si un político quiere invertir millones de dólares en un proyecto, seal cual fuere, y ese proyecto tiene como resultado una mejora, un bienestar, un progreso para la población; para uno, en principio, es suficiente como para poner lo mejor y dar el máximo.

Si en el medio, los dirigentes manejan bien o mal las cosas, a cada quien su responsabilidad.

Deseo realmente que las nuevas autoridades sean capaz de corregir lo malo o insuficiente que ha hecho la gestión anterior, pero que también tenga la lucidez como para ver lo bueno, dejarlo y mejorarlo más aún.

Por lo pronto, puedo decir, que lamentablemente no comprendieron aún ni la mitad de las cosas que se hacían. Que no conocen la potencialidad de algunas cosas desarrolladas y por desarrollar. Y que no comprenden funciones. No nos "comamos" el cambio. Todo lo nuevo no siempre es bueno. Hay que saber discernir. Reitero aquí lo que dije alguna vez a algún compañero de trabajo cuando se aproximaba la asunción de las nuevas autoridades: "Gente buena y mala, derecha y garca hay en todos lados. La hubo en esta administración, en este organismo... y también los habrá en los nuevos, los que vendrán. Lo importante, es de que lado quiere estar uno. Y saber convivir con el resto."

No se vendrá abajo el Ministerio como Institución ni el sistema educativo porque no funcionen los Campus Virtuales, ni los 15 sitios web, o no se aproveche tener un Canal Digital de TV Educativo propio, ni haya un equipo que idee, investigue, planifique, desarrolle, aplique las nuevas tecnologías al sistema. No. Pero será retroceder años de trabajo.

Sin tintes políticos, digo que me siento orgulloso de haber trabajo en el Ministerio de Educación, haciendo lo que hice, desarrollado tantas ideas y trabajo en 3 años.

Haber llegado a esta provincia, tener la posibilidad de demostrar mis conocimientos y capacidades, llegar a trabajar directamente en un ámbito con el que no estaba familiarizado superando ampliamente las expectativas personales, es algo que no olvidaré jamás. Pero tampoco me conforma, es por eso que voy por más. Donde sea. Continuando en la búsqueda por terminar de sentirme, aunque sea por adopción, un rionegrino más.

Ojalá algún día pueda volver a hacerlo. Lamentablemente las circunstancias, un poco apremiantes, hacen que no tenga tiempo para esperar y deba buscar otros horizontes.

Este -apenas- principio de melancolía es solo por el fin de la etapa. Por lo demás, me encuentra con más fuerzas y ganas que antes. Más creativo. Más despierto. Alguna vez, cuando era joven, alguien me enseñó a no preguntarme "Porqué?", sino "Para qué?". Y siempre con la premisa de que todo lo que sucede, es para mejor. Y esto, también lo es.

Me quedo con los mejores recuerdos. La posibilidad de haber recorrido la provincia de Río Negro de punta a punta. Conociendo sus maravillosos paisajes, desde las playas hasta las montañas, desde el mar hasta la nieve (y cenizas). Sus intricados caminos. Pero por sobre todo, gente maravillosa que conservaré en mi corazón.

Gracias a todos y cada uno de mis ex-compañeros de trabajo. Gracias a todos los que conocí en el camino y me hicieron conocer un mundo diferente, excepcional.